En representación del Intendente Julio Pereyra estuvo presente el Director de Derechos Humanos Municipal, Guillermo Ñañez que acompañó a la familia en la misa realizada en la Parroquia San  Juan Bautista.

Al respecto Nañez destacó el trabajo de la Secretaría de Derechos Humanos de la Provincia de Buenos Aires y el Equipo Argentino de Antropología Forense que permitió que hoy la familia de Gushiken cierre un duro capitulo de sus vidas.

“Tras un arduo trabajo hoy la familia puede elaborar el duelo y si bien es una página más del terror argentino hace años venimos investigando y la justicia está actuando al respecto. Así que estoy muy contento por esto que le hace tan bien al pueblo de Varela”, aseguró Ñañez

Hugo Gushiken, hermano de Julio, agradeció a la comunidad varelense por estar presente en la Misa y aseguró que  “siempre nos acompañaron desde la Fe,  la memoria,  la verdad y la justicia. No queremos que se repita la parte más oscura de la historia de nuestro país. La memoria sigue viva”, dijo.

Además, el Director de Derechos Humanos explicó que “Julio Gushiken era japonés militante del partido marxista leninista de su época, obrero, estudiante de periodismo que desapareció en la última dictadura cívico militar” y que ·sus restos fueron encontrados en el centro clandestino de detención El Banco”.

Según informó, los restos de Julio Gushiken serán depositados en el cementerio local. “Esto obedece a una democracia que se va consolidando, va recuperando el pasado, la memoria, la verdad y la justicia que es lo que todos queremos”, resumió.  

Vale recodar, que Julio Gushiken fue uno de los diez estudiantes del Colegio Santa Lucía que desapreciaron en aquella época. Su historia fue narrada en el  libro y documental “Los Pibes del Santa” escrito por Rafael Britez y Néstor Denza, docentes varelenses.