La Comuna ofrece talleres ambientales en establecimientos educativos del distrito con el objetivo de fomentar en el estudiantado los hábitos para la preservación del planeta y actuar como replicadores del mensaje.
Lola está en tercer grado de la Primaria Nº60 y le cuenta a la audiencia de la radio estatal sobre el proyecto elaborado en clase: una maceta confeccionada con papel más agua.
Su docente de plástica, Eli, comenta: “A partir de un programa municipal que visita la escuela, los chicos y las chicas quedan súper enganchados". “Logramos un producto fácilmente maleable. Al endurecerse, armamos las vasijas con el fin de colocarlas en tierra con plantines”, detalla. “Lo presentamos en la feria de ciencias”, aclara orgullosa.
A su vez, su colega, Vanesa, explica el trabajo con botellas de plástico. Refiere al “aprendizaje de la triple R: reducir, reutilizar y reciclar”. Considera “clave llevar la idea a cada uno de los hogares”.
La iniciativa no sólo está destinada a los primeros niveles de escolaridad. Los y las adolescentes también son agentes de cambio. Natalie, Morena y Santiago, de 6to 4ta de la Secundaria Nº9, desarrollan el plan de concientización al que llaman “Un entorno limpio y un futuro sostenible con conciencia y cuidado”.
Morena describe un accionar con foco en mantener la higiene en las inmediaciones de la institución. “Con una chapa y un viejo pizarrón, hacemos carteles, entregamos folletería informativa a la comunidad; además, construimos tachos donde depositar residuos”, detallan los jóvenes.
Natalie remarca “los problemas de salud" aparejados a la contaminación. "Está bueno resguardar el lugar donde estudiamos y pasamos muchas horas de nuestros días”, señala.