Mónica Bianchi creó un proyecto que recibió, por segunda vez, una nominación al Premio Mujer Empresaria Bonaerense en 2024: años atrás, fue protagonista en el mismo certamen cuando obtuvo el galardón en la categoría “nuevo emprendimiento”.
Tras jubilarse de maestra de grado, rememoró: “Comencé con talleres de distintas artesanías, pero principalmente en madera”. Su marido Roberto -licenciado en Sistemas- fue su coequiper. “Cuando él podía, realizaba algún curso en la Casa de la Cultura. Ahí, hizo uno de carpintería”, narró.
Un día, su hija mayor -Esperanza Fraga-, graduada de la carrera de Psicopedagogía, les pidió una pieza para hacer un test. La pareja investigó sobre el movimiento libre de Pikler, el método Montessori y la metodología Waldorf. En ese momento, iniciaron su próxima aventura.
“Fue todo hecho a mano, con la prioridad en la seguridad de los chicos y las chicas”, definió Bianchi su premisa en una actividad que atrapó a toda la familia. Tanto las reuniones como el diálogo frecuente fueron indispensables en la consolidación del negocio.
Además, la vecina subrayó: “Siempre tuvimos el apoyo del Municipio y del intendente, Andrés Watson”. “Desde 2018, fuimos a la escuela de emprendedores. A su vez, participamos en las ferias hasta que el 27 de noviembre de 2020 inauguramos nuestro comercio”, recordó. No obstante, anheló “más expansión hacia otros distritos, provincias e incluso al exterior”.
Por último, sentenció: “El juego fue clave en las niñeces. En mi rol docente, enseñé a través de lo lúdico”. En este sentido, uno de sus deseos estuvo fundamentado en esa experiencia a fin de “tener un lugar o un programa radial donde hablar sobre lo analógico para las infancias en estos momentos tan digitales”.
Para conocer el local, dirigirse a la calle Sallares Nº261 o visitar su perfil en Instagram: @laboratoriodemaderas.