A poco de iniciar el ciclo lectivo, el alumnado comenzó junto a docentes y familias la confección de una quinta: delimitar la parcela, preparar los materiales y comenzar a sembrar. Con más de medio año transcurrido, aparecieron los resultados.

El docente en el área de Biología -Lucas Ringa- definió la propuesta como “una experiencia excelente” donde “trabajar en equipo”. Destacó “el entusiasmo de los y las estudiantes con el proyecto: dedicaron hasta las horas libres”.

“Durante una clase, hablamos de nutrición saludable y el costo elevado de las verduras. Pedimos ayuda al Municipio y nos contaron del taller”, evocó. “Participaron todos los cursos, desde los más chicos a los más grandes, con roles específicos”, aseguró. 

El profesor describió un proceso arduo, pero entretenido. “El armado de las macetas, la limpieza del sector y la organización para el riego”, enumeró. Consideró “importantísimo que la Comuna promoviera iniciativas relacionadas a una buena alimentación”. Especificó como uno de los objetivos del accionar que, “en cada hogar, replicaran estos conocimientos, incluso sin contar con mucho lugar”.

De 4to 2da, Francisco, Julieta, Candela, Brisa y Franco detallaron la elaboración de los plantines en “botellas y bidones reciclados, sin necesidad de comprar nada” mientras mostraban su producción de “lechuga, acelga, perejil, zanahoria, cebolla”.