Sobre su preparación, el joven varelense comentó: “Durante tres años, me entrené en los campus de las distintas provincias que visité. Mientras atravesábamos la pandemia, no dejé un solo día de conectarme virtualmente para tomar mis clases”. “Luego de tanto esfuerzo, dedicación y constancia pude sentirme realizado con mis logros”, exclamó el deportista.

Asimismo, Amaya repasó sus inicios arriba del ring en el CIC de su barrio: Santo Tomas. “Empecé allí a la edad de ocho. Tiempo después, comencé las prácticas junto a mi padre. Gracias a él, elegí el cuadrilátero. Era profesional en el tema y desde chico quise seguir sus pasos. Fue mi ejemplo”, reveló.

En sintonía, Romina Mareco -madre del adolescente- comentó la oportunidad que representó para su hijo aplicar al programa provincial “Envión” cuando tenía 12 años. “Gracias a eso, accedió a una beca estudiantil e ingresó a talleres para aprender junto a chicos y chicas de su misma edad”, describió.

Por último, Mareco relató orgullosa: “Siempre supe que Luciano tenía condiciones. No fue difícil como familia acompañarlo desde que eligió esta profesión”.

La competencia disputada en las instalaciones del “Parque Independencia" recibió a más de 2500 atletas que representaron a 15 países distintos en 26 disciplinas. Amaya enfrentó a exponentes oriundos de Ecuador, Colombia y Venezuela.