“Estamos en el empalme de las calles Austria y Oslo, donde antes había un basural. La secretaria de Ambiente, Beatriz Domingorena, agentes del área más la participación ciudadana permitieron estrenar este flamante punto de encuentro”, explicó el Alcalde. 

El titular en el Ejecutivo local destacó “el compromiso de la Sociedad de Fomento, el merendero, la Liga de Mujeres y de cada persona que colaboró en articulación con el Municipio para la rehabilitación del predio”.

Por su parte, Domingorena manifestó una “gran felicidad por reconvertir un sitio más para la gente por iniciativa de vecinos más entidades intermedias, quienes promovieron prácticas para el cuidado de los recursos en favor de la comunidad”.

La funcionaria explicó que realizaron “operativos en las inmediaciones para evitar el arrojo de residuos junto a personal de Control Ambiental y Policía Ecológica, en sintonía con las políticas públicas del Intendente: erradicación de micro-basurales más sostenimiento mediante prevención combinado con la fiscalización en el territorio”.

Las tareas consistieron también en la instalación de juegos, forestación, labores en el alumbrado público y descacharrización durante la semana.

Obrar para la posteridad

Las circunstancias revolucionaron la cotidianidad de las y los involucrados: de aquellos que simplemente circulaban por la zona o de protagonistas en una escena construida para tener un futuro mejor.

Silvia representó al merendero “Granito de Arena”, un establecimiento fundado hace pocos meses por ocho voluntarios en una labor solidaria. Dialogó con la máxima autoridad distrital sobre la realización de “un sueño para los chicos, quienes llegaban a la institución y solo veían basura en frente”. “Le agradecí su rápida solución”, agregó.

Asimismo, comparó antiguos perjuicios con nuevas expectativas: “Durante el verano, el sol impacta mucho. Ahora tenemos lindas especies de árboles, hamacas y un pasamanos que enloqueció a los nenes. Estoy muy contenta, solo resta mantenerlo”.

Una pequeña varelense -Martina- planificó sus días de juego en la placita: “Puedo invitar a mi mejor amiga. Es muy divertido, siempre quise un lugar así”. Su mamá, Marta, también estipuló actualizar una alternativa para sus tardes: “Está divino para venir a tomar mate porque nuestros patios son muy chiquitos. Acá estamos al aire libre”. Además, decidió aportar “con plantitas para que florezcan en primavera” y anheló el fortalecimiento del reciclaje “un hábito adquirido gracias a mi hija”.