Uno de los ejes examinados interpeló a las y los protagonistas con la investigación de alternativas frente a hechos que conocían como sucesos imaginarios. “Analizamos un texto. Sacamos conclusiones hasta hallar soluciones posibles”, comentó Ángeles en relación a la puesta en común de “cosas que quedaban guardadas”. “Eso llevó a lastimarse o generarse problemas”, sumó Mía, su compañera en la Primaria Nº3.

Naila y Abigail -E.S. Nº 23- coordinaron juntas el taller “Rompé el silencio: la salud mental importa” para “dejar un legado antes de egresar”. “Concientizamos respecto a una cuestión estigmatizante. A la vez, fomentamos la comprensión entre pares”, afirmaron las chicas que aclararon “la importancia de no sentirse solos o solas, sino estar en compañía y encontrar en el colegio un lugar seguro”.

En ese semicírculo donde exponían, el Mandatario Comunal valoró “el diálogo, la empatía al charlar con la otra persona, el compromiso con el que abordaron los temas”. Ponderó “el rol de los establecimientos educativos y de las familias en la contención en escenarios que requirieron readecuarnos en forma permanente”.

En otro de los sectores, el arte fue el instrumento de expresión con distintas disciplinas. Estudiantes de la Media Nº6 eligieron plasmar en dibujos sus sentimientos. Kiara exhibía su perspectiva con un collage donde “mostrar el aula, la participación, no quedarse callado por miedo”.

Lautaro puso su voz en “El rap de la 32” y selló una jornada compartida con experiencias personales. “El dolor es dolor, aunque sea pequeño”, cantó el muchacho que reflejó en una sonoridad conmovedora la letra compuesta por los alumnos y alumnas.

La actividad, llamada "mESIrve", fue articulada entre el Municipio, inspectoras de Psicología, en Primaria y Secundaria, Jefatura distrital más los Equipos Distritales de Infancia y Adolescencia (EDIA).