Mónica Ocampo creó “M&R Confecciones”, pero no lo hizo sola. Contó: “Marta, a cargo de las elaboraciones; Rubén, la logística, el armado o desarmado de muebles, compras; yo, las publicidades, publicación en redes sociales, entrega de mercadería, labores administrativas”.

En ocasiones, los presentes en expansión partieron con una cuota de incertidumbre. “En diciembre de 2016, Rubén y yo nos habíamos quedado sin empleo. En una reunión de amigos, él me propuso empezar un negocio. Pusimos un local en Gutiérrez, pero tuvimos que cerrar por no sostener el alquiler”, relató.

Con un lugar acorde en su casa, Ocampo le sugirió a su socio el traslado. Ahí fue donde sumaron a Marta quien en los últimos 25 años estuvo dedicada al rubro textil. No obstante, el ingreso a la Escuela de Emprendedores del Municipio facilitó diversos mecanismos. “En 2021, hice el curso. Me brindó muchas herramientas como planificaciones y costos. Un aporte determinante”, afirmó quien recomendó “anotarse a la iniciativa; en mi caso particular, me abrió la cabeza”.

Si bien Mónica no nació en el partido, vivió más de cinco décadas en el distrito. No contempló una cualidad singular de la identidad en su proyecto, pero sí “en el transcurso, agradecí al Ejecutivo por permitirnos estar en las exposiciones, como la de los viernes en la Plaza San Juan Bautista”.

“Un apoyo, día a día, que nos dio ganas de seguir”, expresó la mujer que durante el 2022 incorporó la fabricación de sillones, bastidores y atriles. “Despacio, pero para adelante”, indicó.

Por último, con el 132º aniversario de la comuna, anheló “la continuación de este crecimiento evidente en este último tiempo. Me gustó ver el progreso, me alegró después de tantos años de descuido”.